Esta es la historia impactante,
contaba con un poco de humor,
por este aquí humilde servidor
de un triste y amargado lubrigante
Respondía al nombre,Rocinante
no era un individuo feliz
ni tan siquiera como una perdiz
sus pinzas eran patas de elefante
Todos de él,en el mar se burlaban
de su aspecto y de sus pezuñas
y entre todos ellos cotilleaban
Cansado de la historia,Rocinante
metió sus cosas en una maleta
y se enfrascó en un viaje alucinante.
Miguel Ángel
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