tan arisca como echa de encargo ,
gritona como la berrea de un ciervo ,
pero aún así te aguanto y te quiero.
Gorda como un sol entero,
loca por el dinero.
Mala asta meter a la abuelita en un manicomio,
aunque por dinero no me firma ni el divorcio.
Estoy harto de ella,
pero si le digo algo, ella se enfada
y no me deja probar ni una patata.
Me deja verde como la lejia.
Y soy yo el que trabaja
para que ella esté calentita.
Autora: Elisa Pardo Merlán.
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